En esta enfermedad, el afectado es el endocardio, el cual prolifera e infiltra a la totalidad del miocardio subendocárdico. Es así que, de esta manera, la rigidez del endocardio engrosado se suma a la del miocardio subendocárdico y origina restricción al llenado ventricular.
El endocardio rugoso predispone a la formación de trombos, los cuales se organizan y facilitan la producción de más trombos; así se desencadena un círculo vicioso que conduce a la obliteración de la cavidad ventricular.
El compromiso del aparato subvalvular mitral provoca insuficiencia mitral y tricuspídea.
Esta patología está relacionada con la hipereosinofilia (aumento del recuento del número de eosinófilos) y se describen dos variedades: 1) la endémica ó tropical, también llamada Enfermedad de Davis, característica del Africa subsahariana y 2) la no tropical ó Síndrome de Loeffler, que ocurre esporádicamente como consecuencia de hipereosinofilia.
Aparentemente, las granulaciones de las formas inmaduras de los eosinófilos, son altamente irritativas para el endocardio, el cual reacciona con proliferación y engrosamiento. Se supone que la histamina que liberan los eosinófilos, la serotonina, ó algunos de los precursores ó productos de degradación, pueden ser también contribuyentes a la génesis del problema.
El síndrome hipereosinofílico que acompaña a las intoxicaciones con triptofano, sólo ó asociado a otros contaminantes, también desarrolla engrosamiento endocárdico.
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